REPORTE
DE LECTURA
LA POLÍTICA
EDUCATIVA DEL ESTADO MEXICANO DESDE 1992
PABLO LATAPÍ SARRE
(1)
Por:
Carlos Alberto Chiñas Narváez
Lic. En Comunicación y estudiante de
la Maestría en Educación
Por la Universidad Popular Autónoma
de Veracruz.
Campus
Agua Dulce, Veracruz.
Hablar
de la política educativa del Estado mexicano resulta por demás interesante
siempre que se aborden todos los picos que problematicen y dinamicen su
trayectoria, es por ello que esta investigación de Pablo Latapí Sarre resulta demasiado
enriquecedora y productiva en virtud de que le pones “las cartas sobre la
mesa”.
En esta investigación, el autor aborda la continuidad de cuatro políticas del
Estado mexicano, derivadas del Acuerdo Nacional para la Modernización de la
Educación Básica y Normal (AMNEB) de mayo de 1992: La descentralización de la
enseñanza básica; la renovación curricular y la producción de materiales y
libros de texto; las reformas al magisterio, y la participación social en la
educación.
Nos dice el autor que el punto de
partida de su investigación fue la comprobación de una sorprendente continuidad en ciertas políticas
adoptadas y seguidas por la Secretaría de Educación Pública (SEP),
concretamente las derivadas del Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación
Básica y Normal (ANMEB), firmado el 18 de mayo de 1992. A partir de esa fecha,
durante 12 años, cinco secretarios han mantenido sin cambios en lo sustancial
esas políticas.
Esta continuidad le llevó a preguntarse
si se podría calificar como políticas de Estado aquéllas que estaba
considerando. Entendiendo por políticas ciertos modos constantes de proceder a
los que se otorgan prioridad.
Suele denominarse políticas de Estado
a las que muestran un carácter más irreversible, porque implican un mayor
compromiso del Estado con ellas.
Principales
Resultados Del Análisis
La
federalización de la educación básica
Más allá de la transferencia de los
aspectos operativos se ha seguido construyendo, con consensos graduales, una
nueva relación entre la federación y los estados, aunque aún no se dibujen con
claridad sus características.
La importancia de la decisión de
efectuar la transferencia de los servicios de enseñanza básica a los estados no
debe llevar a perder de vista que tuvo limitaciones que ahora ameritan ser
criticadas.
La
renovación curricular
El extraordinario trabajo de reforma
curricular iniciado a partir del ANMEB, el de los equipos técnicos formados en
la SEP, no menos que el de la producción de los
Libros de texto y otros materiales, son
sin duda aspectos muy positivos que se han
Continuado hasta el presente, son
ejemplos concretos de lo que significa una política de Estado mantenida y
enriquecida a través del tiempo.
De las cuatro políticas que se han
comentado, la descentralización de la educación básica y normal y la
participación social (PS) tienen un fundamento muy
Completo en los textos legales; la
renovación curricular y las políticas sobre el magisterio también lo tienen,
aunque menos directamente. Esta base legal ha ayudado grandemente a que no sean
reversibles. En el caso de la descentralización, además, la acumulación de
decisiones –del Ejecutivo y del Legislativo (por ejemplo, respecto a la
asignación de recursos económicos a las entidades federativas y la creación de
los fondos presupuestarios correspondientes) – ha reforzado obviamente su
irreversibilidad.
La tarea educativa no está terminada
ni mucho menos, pero quienes tenemos la alta responsabilidad de tan magnífica
labor, debemos de comprometernos a conocer más sobre las políticas educativas
de nuestro país, primero para entenderlas y segundo para poder aplicarlas.
Podremos no estar de acuerdo con ellas pero es nuestra responsabilidad hacerlas
ver para el crecimiento constante de nuestro país.
(1)
Latapí, Pablo. “La política educativa del Estado mexicano desde 1992.” Revista Electrónica
de Investigación Educativa Vol. 6, No. 2, 2004.
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