domingo, 2 de junio de 2013

GLOBALIZACIÓN Y POLÍTICAS EDUCATIVAS EN MÉXICO1988-1994


 

REPORTE DE LECTURA

 

GLOBALIZACIÓN Y POLÍTICAS EDUCATIVAS EN MÉXICO1988-1994 (1)

 

Por: Carlos Alberto Chiñas Narváez

            Lic. En Comunicación y estudiante de la Maestría en Educación

            Por la Universidad Popular Autónoma de Veracruz.

Campus Agua Dulce, Veracruz.

 

            Quiero iniciar citando la aclaración del autor sobre la forma en cómo se interrelacionan las naciones con la globalización y las políticas educativas, puesto que su anotación nos permite entender nuestra dependencia e interrelación: “Antes que nada, en cierta medida la interconexión entre naciones no es nueva como tampoco lo es la influencia que las agencias internacionales ejercen sobre los países particulares. Puede rastrearse hasta los años sesenta, por ejemplo, la inclusión del Proyecto Multinacional de Transferencia de Tecnología Educativa en la estrategia desarrollista general patrocinada por la Organización de Estados Americanos (OEA) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), cuya influencia en América Latina es insoslayable”.

 

Ante lo anterior, quiero retomar algunos datos históricos para contextualizarnos en nuestro entorno. En el periodo de Miguel de la Madrid, es decir en la década de los ochentas, la CEPAL declaró que debido a la crisis económica se le ha de llamar la “Década Perdida”. Sin embargo en materia de educación, la matricula creció exponencialmente de 21, 095. 634 a 31, 085.100 alumnos.

 

La pregunta inicial, motivo de este ensayo, me permite dirigir el rumbo de mi reflexión. Sin duda somos un país de instituciones y en cada periodo presidencial se ha podido observar el avance y desarrollo en materia educativa, sin embargo, muchas veces las reformas educativas han correspondido a modelos externos a nuestro país, generando con ello sin duda falsas expectativas o desilusiones profesionales, por ejemplo, el Plan Nacional de Desarrollo de Miguel de la Madrid (82-88) tenía como propósitos principales: A.- Promover el desarrollo integral del individuo y de la sociedad mexicana, B.- Ampliar el acceso de todos los mexicanos a las oportunidades educativas, culturales, deportivas y de recreación  y C.- Mejorar la prestación de los servicios en estas áreas.

 

Surge también la llamada “Racionalidad Funcional”, para promover la descentralización de la vida nacional y sin ser un componente importante de diversos proyectos modernizadores.

 

Me llama poderosamente la atención, la aparición del Programa Nacional de Educación, cultura, recreación y deporte hacia 1983-1988. Dicho programa consideraba que las causas del rezago educativo en México eran: lo precario de los servicios educativos en zonas deprimidas, la marginalidad económica y social, el desuso de la lectura y la escritura y la insuficiencia, en épocas pasadas, de los servicios educativos, particularmente los de nivel primario.

 

Creo que en esta época se cimentaron las bases para aspirar a una educación diferente, aunque aun con muchas debilidades.

 

Por su parte, en el gobierno de Carlos Salinas, México firma el TLC e ingresa a la OCDE, desarrollando el programa Nacional para la Modernización Educativa 1989-1994, el cual establecía las orientaciones en las Políticas educativas en nuestro país:

 

1.- Ampliación de la cobertura y redistribución de la oferta.

2.- Elevación de la Calidad, pertinencia y relevancia.

3.- Integración por círculos.

4.- Mejoramiento de las condiciones docentes.

 

Y de estas orientaciones, surgen políticas como el acuerdo nacional para la modernización de la educación básica, la nueva ley general de Educación en 1993, en donde se establecía el marco legal de las relaciones, derechos y obligaciones entre la federación y los gobiernos estatales y municipio, así como la participación de los maestros, autoridades y padres de familia en los llamados consejos de participación social.

 

Por su parte, en su tiempo de presidente Ernesto Zedillo, quien gobierna de 1995 al año 2000 el Plan Estratégico de Desarrollo que hacía posible asumir modos de vidas superiores y permitía el aprovechamiento de las oportunidades que han abierto la ciencia, la tecnología y la cultura de nuestra época.

 

Se considera por fin al maestro como el agente esencial en la dinámica de la calidad. Se establecía como prioridades la formación, la actualización y la revalorización social del magisterio en todo el sistema educativo.

 

 

 

(1).- Buenfil Burgos, Rosa Nidia. “Globalización y políticas educativas en México 1988-1994.Encuentro de lo universal y lo particular.” Revista Latinoamericana de Estudios Educativos (México), vol. XXX, núm. 2, pp. 55-92.

 

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