ENSAYO:
EL APRENDIZAJE Y LAS
CORRIENTES PSICOPEDAGÓGICAS
Por:
Carlos
Alberto Chiñas Narváez
Lic.
En Comunicación
Los
valores anteriormente citados, con su efecto acumulativo, constituyen la
diferencia entre una vida verdaderamente humana y la existencia tal como la
viven los animales, limitados por la sensación y el apetito. Más allá de un
límite, afirma John Dewey, para toda aproximación a su realización más
adecuada, el pensamiento requiere una cuidadosa y atenta orientación educativa.
Pero no se agota aquí la cuestión, el pensamiento puede desarrollar
positivamente modos erróneos y conducir a creencias falsas y perjudiciales. La
necesidad de formación sistemática sería menor que la que es en realidad si el
único peligro consistiera en la ausencia total de desarrollo; el mal que deriva
de un tipo erróneo de desarrollo es más grave aún. Y si nos preguntamos ¿qué es pensar? Podemos afirmar que es
la acción creativa que logra nuestra mente para resolver situaciones
problemáticas con actitudes, mentalidad abierta, entusiasmo y responsabilidad.
Ahora
bien, acerquémonos a los planteamientos que en su momento presentaron pedagogos
de la talla de Piaget, Vigosky, Ausbel y Freinet para conocer más de cerca la
importancia del aprendizaje.
Piaget, nos comenta que la
mentalidad abierta, el entusiasmo y la responsabilidad ante las consecuencias,
son en sí mismas cualidades personales, rasgos de carácter. No son las únicas
actitudes que interesan a fin de desarrollar el habito de pensar de manera
reflexiva, pues existen otras actitudes que se pueden enunciar como rasgos del
carácter, tales como las actitudes morales que le permitirán al ser humano
desarrollar hábitos que le permitan seguir socializándose.
Vigosky, por su parte, atribuyo
a la dimensión socio histórico del funcionamiento psicológico y la interacción
social en la construcción del ser humano, el proceso de aprendizaje es
igualmente central en su concepción del hombre. Para Vigosky, desde el comienzo
de la vida humana el aprendizaje está relacionado con el desarrollo, ya que es
“Un aspecto necesario y universal del proceso de desarrollo de las funciones
psicopedagógicas culturalmente organizadas y específicamente humanas.” Y remata
diciendo que el camino del desarrollo del ser humano está en parte, definido
por los procesos de maduración del organismo del individuo de la especie
humana, pero es el aprendizaje lo que posibilita el despertar de procesos
internos de desarrollo que no tendrían lugar si el individuo no estuviese en
contacto con un determinado ambiente cultural.
Ausbel, nos dice que la
explicación del aprendizaje constituye un ingrediente fundamental en la
elaboración de una concepción constructivista del aprendizaje y de la
enseñanza, entendida como marco explicativo de carácter integrador de estos
procesos. Sin embargo, sería erróneo asimilar esta concepción a la teoría de la
asimilación. La noción de aprendizaje significativo se reinterpreta cuando se
integra en la concepción constructivista y adquiere un alcance distinto.
Freinet, en cambio, nos habla de que esta claro, por tanto, que la escuela tiene que ir al encuentro de la vida para servirla y, basándose en ella, dar un dinamismo y una motivación a la educación. Para ello tiene, por supuesto, que abandonar las viejas prácticas, por consagradas que estén; pero antes es necesario que modifique su concepción del proceso educativo y esta modificación debe empezar por el papel que atribuye al niño este proceso.
Ahora,
bien, analicemos de cerca los pensamientos latinoamericanos de grandes pedagogos
que propusieron con su práctica la importancia del fortalecimiento del
aprendizaje rompiendo con las escuelas tradicionales y los procesos
institucionales que oprimían al pueblo latinoamericano.
Comencemos
con Don Carlos A. Carrillo, quien
fue integrante de una generación de notables educadores mexicanos, que
manifestó un gran amor por los niños y jóvenes de México y que sobre todo se
preocupo por los registros anecdóticos, avances programáticos, diarios de
clases, no como una carga burocrática sino como un autentico registro de
propósitos de experiencias, de metas alcanzadas y también de lo que faltaba por
hacerse y desde luego buscar las formas y recursos para conseguirlos. Concibió
a los niños como un ser con intereses, necesidades y capacidades propias, a
diferencia de la mayoría de los adultos y prepararse en el hogar y en la
escuela para reproducir los esquemas vigentes para aquella época y aquella
sociedad.
Don Simón Rodríguez, por su parte, muy
independientemente de que fue el forjador del gran libertador de las Américas
Simón Bolívar, tenía muy clara la idea del fortalecimiento del aprendizaje como
una alternativa de mejoría social, cultural y económica. Lo anterior lo podemos
observar en el siguiente fragmento: “IDEAS, IDEAS, primero que letras, el miedo
hace al gobierno tirano, el odio hace al pueblo cruel, no hay libertad donde
hay amos, los conocimientos son propiedad pública, la América no debe “Imitar”
servilmente, sino ser original, colonizar el país con sus propios habitantes y
para tener colonos decentes instruidos en la niñez, las reformas deben ser
graduales, para que los efectos sean durables. Es necesaria la instrucción
social, corporal, técnica, científica, manifestando así su más audaz y autónomo
postulado: La sabiduría de la Europa y la prosperidad de los Estados Unidos,
son dos enemigos de la libertad de pensar en América.”
Muy
a la par en cuanto a la forma de enfocar el proceso de aprendizaje, Paulo Freire, criticaba la educación
bancaria como “el saber como un depósito” y decía que en la educación bancaria
la contradicción es mantenida y estimulada ya que no existe liberación
superadora posible. El educando, solo es un objeto en el proceso, padece
pasivamente la acción de su educador. En cambio, Paulo Freire proponía la educación
problematizadora como un dialogo liberador y consistía en que la educación
problematizadora niega el sistema unidireccional propuesto por la educación
bancaria ya que da existencia a una comunicación de ida y vuelta. Es decir, los
hombres no se hacen en el silencio, sino en la palabra, en el trabajo, en la
acción, en la reflexión.
Ahora
bien, una vez que hemos conocido las diferentes posturas de pedagogos
importantes, vamos a generalizar algunos comentarios sobre tópicos
fundamentales de las corrientes psicopedagógicas.
Comencemos
con el Constructivismo y muy en particular con el tema “Los profesores y la concepción constructivista”.
En
este punto, quiero manifestar que el aprendizaje contribuye al desarrollo en la
medida en que aprender no es copiar o reproducir la realidad. Para la
construcción constructivista aprendemos cuando somos capaces de elaborar una
representación personal sobre un objeto de la realidad o contenido que
pretendemos aprender. Esa elaboración implica aproximarse a dicho objeto o
contenido con la finalidad de aprenderlo; no se trata de una aproximación vacía,
desde la nada, si no desde las experiencias, intereses y conocimientos previos
que presumiblemente pueden dar cuenta de la novedad.
También
es necesario hablar del Constructivismo
y el aprendizaje significativo. El constructivismo postula la existencia y
prevalecencia de procesos activos en la construcción del conocimiento: habla de
un sujeto cognitivo aportante, que claramente rebasa a través de su labor constructiva
lo que ofrece en su entorno. De esta manera, según Rigo Lemini, se explica la
génesis del comportamiento y el aprendizaje, lo cual puede hacerse poniendo
énfasis en los mecanismos de influencia sociocultural (Vigosky), socio afectiva
(Wallon) o fundamentalmente intelectuales y endógenos (Piaget). La concepción
constructivista del aprendizaje escolar se sustenta en la idea de que la
finalidad de la educación que se imparte en las instituciones educativas es
promover los procesos de crecimiento personal del alumno en el marco cultural
del grupo al que pertenece.
¿Qué hace que el
alumno y la alumna aprendan contenidos escolares? Que los profesores
conozcan los conocimientos previos de los alumnos y alumnas sobre el tema que
van a estudiar es importante no únicamente porque son las que este utilizará
para aprender, es decir, no puede prescindir de ellas en la realización de
nuevos aprendizajes, sino porque de ellos depende las relaciones que les es
posible establecer para atribuir significa a la nueva información que se le
plantea. Es decir, los conocimientos que el alumno posee sobre determinado tema
posibilitan establecer de relaciones sustantivas y, en consecuencia, permiten,
también, atribuir significado al nuevo conocimiento. El grado o nivel de
elaboración del significado estará determinado por la calidad, diferenciación y
coordinación de los esquemas de conocimientos que poseemos y por su pertenencia
y relevancia para establecer vínculos con la nueva información presentada. Esta
es una cuestión importante para la educación escolar, ya que confirma, por una
parte, que los conocimientos del
alumnado actúan siempre, aunque sea para que el alumnado consiga darse cuenta
de que el nuevo conocimiento no tiene para el ningún significado, es por ello
por lo que deben ser tomados en cuenta, sean cuales sean.
También,
dentro de las Corrientes psicopedagógicas, encontramos una que nos plantea la
posibilidad del conocimiento a través del análisis de situaciones problemáticas
y me refiero por su puesto a ¿Qué es el
Aprendizaje Basado en Problemas?
Entendemos que es una experiencia pedagógica (practica) organizada para
investigar y resolver problemas que se presentan enredados en el mundo real. Es
un organizador del curriculum y también una estrategia de enseñanza, dos
procesos complementarios. El ABP incluye tres características principales: 1.-
Compromete activamente a los estudiantes como responsables de una situación
problemática. 2.- Organiza el curriculum alrededor de problemas holísticos que
generan en los estudiantes aprendizajes significativos e integrados. 3.- Crea
un ambiente de aprendizaje en el que los docentes alientan a los estudiantes a
pensar y los guían en su indagación, con lo cual les permiten alcanzar niveles
más profundos de comprensión.
Por
otra parte, hemos de citar a Humberto Eco en relación a lo que opina sobre la educación escolar ante las nuevas
tecnologías de la información y de la comunicación, pues sin duda, ha
modificado el proceso de enseñanza-aprendizaje y afirma que “Muchas personas
han podido experimentar navegando por la red, el exceso de información puede
conducir al caos, al silencio. Solo el establecimiento de criterios de calidad
y fiabilidad de la información, por un lado, y la organización e interpretación
de dicha información de acuerdo con esquemas significativos para cada persona,
por otro lado, puede evitar que la sociedad de la información se convierta en
una sociedad caótica. El hecho de subrayar estas limitaciones no implica negar
la evidencia de que las Tics abren nuevas e interesantes posibilidades de
conocimiento y aprendizaje. Es evidente que las desigualdades en el acceso a las Tics pueden acrecentar aun más,
si cabe, las dificultades reales de acceso a la información y al conocimiento
que tienen ya en la actualidad los sectores sociales más desfavorecidos.
Hemos
de analizar también la Neurociencia y la
educación puesto que se ha convertido, aunque de una manera muy incipiente,
en un campo de estudio muy fértil para entender los procesos cognitivos que
fortalezcan el desarrollo del ser humano. Las Neurociencias han permitido
reconocer tipologías en los procesos atencionales, que permiten interpretarlos
no como simple procesos de filtrado de estímulos, sino como procesos dinámicos
de priorización en la interacción comunicativa y en la interpretación y construcción
de la realidad, como elementos fundamentales para la transformación educativa.
La interpretación asertiva de estas tipologías atencionales puede favorecer la
interacción educativa.
Pensar
una educación basada en la evidencia científica, plantea una metodización
extrema, que demanda de entrada dos grandes retos conceptuales: primero el
relativo a la construcción misma de los niveles de evidencia a partir de la
ciencia como un paradigma de verdad. El segundo, la flexibilización del modelo
para su adecuación contextual en términos de heterogeneidad y la
multiculturalidad.
Y
por último, hablemos Acerca de Las Competencias Profesionales y desde
este enfoque podemos decir que “la consecución de las distintas competencias
desembocan de una u otra forma en la cualificación profesional, que no es más
que la acreditación, mediante un título, de haberlas logrado. La competencia
puede adquirirse mediante procesos reglados y no reglados; sin embargo, la
cualificación supone la concesión de un título reglado, si bien se puede
acceder a él (total o parcialmente) a partir de la enseñanza no formal o los
aprendizajes autónomos y experienciales, en este caso, los saberes deben ser
convalidados y reconocidos oficialmente”.
BIBLIOGRAFIA
1.-
Díaz Barriga, Ángel. “Piaget. Aportes para la educación y para la didáctica”.
En Piaget en la educación. Debate entorno de sus aportaciones. Paidos Educador.
México 1996.
2.-
Khol de Oliveira, Maria. “Pensar la educación: Las Contribuciones de Vogosky”.
En Piaget-Vigosky. Contribuciones para replantear el debate. Paidos Educador.
México 1996.
3.-
Rubilar Solís. “Don Simón Rodríguez, el pedagogo andino. Luis. UMCE. Santiago.
4.-
Zuloaga Gómez Jairo Alberto. “Neurociencias y educación”. Universidad Nacional
de Colombia.
5.-
Tejeda Fernández, José. “Acerca de las competencias profesionales”. Revista
Herramientas Números. 56 y 57. 1999.
Gracias por el aporte
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