viernes, 7 de septiembre de 2012

DE LA INTERACCION SOCIAL A LAS INSTITUCIONES SOCIALES


 

DE LA INTERACCION SOCIAL A LAS INSTITUCIONES SOCIALES

FORO DE DISCUSIÓN
 

Por: Carlos Alberto Chiñas Narváez
            Lic. En Comunicación y estudiante de la Maestría en Educación
            Por la Universidad Popular Autónoma de Veracruz.
Campus Agua Dulce, Veracruz.

 

            Ha resultado por demás interesante conocer los resultados de una investigación encaminada a conocer los hábitos sociales de los seres humanos, mismos que por el propio progreso y evolución cambian de generación en generación.

 

Este texto de Michael Tomasello, editado por Katz España 2010, nos brinda un excelente paralelismo entre el actuar social de los chimpancés y los seres humano. Nos habla muy claramente sobre el proceso evolutivo “De la interacción social a las instituciones sociales”.

 El hombre como ser social, desde sus inicios comprendió que le era muy necesario asociarse para sobrevivir, para resistir el embate de la propia naturaleza que lo recibe indefenso en sus tierras hostiles y violentas.

Michael Tomasello plantea desde el inicio un interrogante, que aunque no la plantea como tal desde el comienzo, se puede visualizar entre las líneas de su texto cuando argumenta “que en las investigaciones actuales acerca de la evolución comportamental humana, el problema central es el altruismo y específicamente como surgió”.

Ante la pregunta: ¿Es un problema el altruismo como acción social del ser humano? el autor, razonablemente cita a Christine Korsgaar quien afirma: “la escena moral primigenia…no es aquella en que yo hago algo por ti o tú haces algo por mí, sino aquella en que nosotros dos hacemos algo juntos”.

Y a pesar de ello, Michael Tomasello, sube a la palestra de la discusión su planteamiento hipotético cuando lanza su predicamento: “hasta ahora, no hay una respuesta aceptada por todos para esa pregunta, pero tampoco son escasas las hipótesis. El problema estriba (se plantea el autor) en que debe haber alguna manera de que el individuo que se sacrifica no renuncie totalmente a la existencia propia o de su progenie…”

 Para reorientarnos en esta discusión, el autor plantea desde el inicio, que la cuestión no es sencilla porque el altruismo va mas allá de lo que crea que vas a hacer tu…y le da nombre a su hipótesis evolutiva: modelo de Silk para los monos antropides y modelo de Skyrms para los seres humanos. Y he allí lo interesante de su planteamiento, pues procura durante toda su investigación crear un paralelismo de conducta entre seres humanos y monos.

 Para explicar su hipótesis evolutiva, nos encontramos con tres aspectos básicos en el desarrollo social del hombre, incluyendo su adaptabilidad por coincidencia, necesidad de supervivencia o poder de control total de la acción social, explicándolo de la siguiente manera:

“para pasar de las actividades grupales de los monos antropoides a la colaboración humana debieron cumplirse tres procesos básicos. En primer lugar, y más importante, los seres humanos primitivos tuvieron que desarrollar algunas habilidades y motivaciones cognitivos sociales apreciables a fin de comunicarse entre sí y coordinar actividades tendientes a metas comunes que implicaran división del trabajo entre diversos individuos, habilidades y motivaciones a las que me referiré como intencionalidad compartida. En segundo lugar, incluso para iniciar esas actividades de colaboración, los primitivos seres humanos tuvieron, antes que nada, que volverse más tolerantes y confiar más en los otros que los monos antropoides, en especial con respecto al alimento. En tercer lugar, esos seres humanos más tolerantes y colaboradores debieron desarrollar algunas prácticas institucionales de nivel grupal que involucraran normas sociales y asignaran a los roles institucionales una categoría deóntica.”


Los tres grupos de procesos a los que se refiere el autor, son:

                                    1.- La coordinación y la comunicación

                                   2.- La tolerancia y la confianza

                                   3.- Las normas y las instituciones.

 
Y aunque es bastante clara su teoría, el autor discute los resultados de la investigación y acompaña perfectamente su planteamiento hipotético con una pregunta muy precisa… ¿Por qué cooperamos?

A continuación, retomaremos los planteamientos del autor e iremos comentando nuestro punto de vista en referencia. Comencemos con el primero:

 1.- COORDINACIÓN Y COMUNICACIÓN.

             La mayor parte de las especies sociales forrajean en grupo de una manera u otra, sobre todo para defenderse de los depredadores. En muchas especies de mamíferos, los individuos también entablan relaciones específicas con otros, lo que lleva a la formación de coaliciones y alianzas para la competencia endogrupal por los alimentos y las parejas.

Los seres humanos hemos aprendido a coordinarnos y a comunicarnos por una necesidad inherente a la supervivencia y eso ha sido fundamental y básico para su evolución…es lo que conocemos como “las actividades cooperativas compartidas”. El hombre no puede vivir en soledad, es una necesidad innata el estar en coordinación con sus pares para establecer un progreso basado en la comunicación. El hombre desde sus inicios ha sido un ser social y eso le ha bastado para alcanzar un alto grado de desarrollo y evolución.

En la comunicación humana, la perspectiva individual dentro de la atención conjunta desempeña un papel fundamental, pues aunque el ser humano nace solo, crece solo, se desarrolla solo, lo hace dentro de un grupo social y es por ello que necesita coordinarse y comunicarse.

 De modo que la comunicación cooperativa humana surgió evolutivamente en un principio dentro del marco de actividades de colaboración porque esas actividades constituyen el terreno común necesario para establecer tópicos comunes y porque así se generaron en su principio.

En segundo término, hablemos de:

 2.- TOLERANCIA Y CONFIANZA.

             “Según la explicación canónica de la socialidad, las especies animales se transformaran en especies sociales para protegerse contra los predadores pues la defensa es más fácil cuando se actúa en grupo. Cuando no se necesita protección, es mejor para los individuos forrajear solos para conseguir alimentos porque en ese caso no tienen que compartir constantemente con otros”.

“Cuando dos de nosotros participamos de una actividad en colaboración que nos beneficia mutuamente, cuando te brindo ayuda para que desempeñes tu rol, -ya sea físicamente, ya sea dándote información útil- también me estoy ayudando a mi mismo pues el feliz término de la actividad común. De modo que las actividades mutualistas constituyen un entorno protegido en el cual pueden darse los primeros pasos evolutivos hacia motivaciones altruistas”.

El hombre ha aprendido con el paso del tiempo que debe ser tolerante y confiar en su prójimo para alcanzar sus metas. Que debe practicar el altruismo como medio para socializar y aunque sean en muchas ocasiones utópicos hay muchos escenarios donde el hombre se convierte en hombre y deja de ser aquel primate que solo reacciona con los estímulos superficiales.

El tercer punto, nos habla de la importancia de LAS NORMAS E INSTITUCIONES. “en las actividades de colaboración mutualista, los dos sabemos que dependemos del otro para alcanzar la meta común. Esta situación modifica en algo fundamental la normatividad individual de la acción racional y la transforma en una suerte de normatividad social para la acción racional conjunta.

 Las normas aportan la base de confianza necesaria para que los roles neutrales con respecto a los agentes y las actividades cooperativas que implican metas comunes y atención conjunta se canalicen como instituciones sociales. Pero las realidades convencionales características de las instituciones sociales dependen de otro factor además: un tipo especial de imaginación y de comunicación simbólica.

 Este último punto nos habla de la madurez alcanzada por el hombre, pues ha dependido de su capacidad de adaptación para lograr crear y vivir en sociedad. Aunque aún hay mucho camino por recorrer, el hombre ha llegado a un punto clave para su progreso y desarrollo y es entonces cuando podemos responder la pregunta: ¿Por qué cooperamos? Porque estamos diseñados física y emocionalmente para apoyarnos mutuamente y progresar.

Ahora bien, para ir concluyendo este reporte de lectura hablaremos sobre el foro de discusión y retomaremos las ideas principales de los que analizaron y estudiaron la hipótesis evolutiva de Michael Tomasello.

 JOAN B. SILK

 Las interacciones reiteradas pueden generar confianza y tolerancia. La teoría de la reciprocidad contingente surgió de comprender que la cooperación entre individuos que devuelven los favores puede ser provechosa para los dos y puede constituir una estrategia estable siempre que los dos participantes sigan cooperando.

Para Tomasello, las inclinaciones sociales altruistas nacen de los beneficios que brinda la cooperación mutualista, pero bien podría ser que ocurriera lo contrario. El hecho de que los seres humanos hayan llegado a tener inclinaciones sociales altruistas admite varias explicaciones distintas: crianza cooperativa, selección cultural por grupos, reciprocidad indirecta entre otras.

CAROL S. DWECK

Michael Tomasello es un verdadero adelantado que incursiona con valor en territorios que otros no han osado recorrer. No solo formula una pregunta fundamental –“¿Qué es lo que nos hace específicamente humanos?”- sino que lleva a cabo ingeniosos experimentos para confirmar su hipótesis. Además, la respuesta que nos da no es la tan manida de que los seres humanos son increíblemente inteligentes, sino que agrega algo más: que somos increíblemente generosos.

 BRIAN SKYRMS

 Puede existir trabajo en equipo sin que haya razonamiento en equipo. No creo que el trabajo en equipo sea un atributo especial de los seres humanos ni que exija necesariamente capacidades humanas. Puede ser que los seres humanos cooperen más que los chimpancés, pero estamos muy lejos de ser la especie más cooperativa del planeta.

 
ELIZABET S. SPELKE

 Michael Tomasello se ha propuesto explicar las hazañas cognitivas de nuestra especie. Se pregunta porque somos la única especie viviente que transforma su entorno con la agricultura y las herramientas; porqué analizamos y codificamos nuestro medio físico y social inventando disciplinas como la historia y la geografía y creando instituciones sociales; porqué, en fin, enriquecemos el mundo material y social aventurándonos en empresas tales como la literatura y la música, el teatro y los deportes, la matemáticas y las ciencias.

 Las investigaciones de Tomasello son alentadoras y nos permiten augurar que el próximo decenio será tan fructífero como el anterior. Las preguntas fundamentales acerca de la naturaleza y el conocimiento humano –pregunta acuciante durante milenios- comienzan a tener respuesta: creo que darán frutos pronto, en particular a través de los estudios comparativos con los individuos más jóvenes de nuestra especie.

 De esta forma podemos concluir afirmando que el hombre en su afán de progreso ha logrado romper la barrera de la razón y ha logrado establecer parámetros que le permitan determinar hacia dónde ir, hacia donde caminar y encaminar los esfuerzo de supervivencia.

 ¿Por qué cooperamos? Porque somos humanos, porque vivimos en sociedad y porque nos necesitamos unos a otros y sobre todo, necesitamos a nuestra madre tierra para seguir subsistiendo y persiguiendo el sueño inalcanzable de la autorrealización total y espiritual.

 Tenemos un “chance” y ese chance no hay que desaprovecharlo…

 

 

1 comentario:

  1. Excelente trabajo para mi materia de Ética y EcopedagogÍa de la Universidad Popular Autónoma de Veracruz UOAV

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