LA POLITICA EDUCATIVA:
UN ANALISIS CRÍTICO DESDE LA PRÁCTICA
DOCENTE.
Por: Carlos Alberto Chiñas Narváez
Lic.
En Comunicación y estudiante de la Maestría en Educación
Por
la Universidad Popular Autónoma de Veracruz.
Campus Agua Dulce, Veracruz.
Quiero
comenzar este trabajo planteando una discusión crítica de la relación que
guardan los problemas públicos con las ciencias sociales.
Me
ha resultado siempre muy interesante la discusión de temas sociales enfocados a
la educación. Hoy día tenemos tantos puntos de análisis que nos resulta un poco
difícil delinear un campo de acción en investigación de las ciencias sociales,
pero el haber acudido a Giovanna Valenti y Ulises Flores en su texto “Ciencias
Sociales y Políticas Públicas”, me ha permitido comprender a un poco más la
importante vinculación entre ambas disciplinas.
Como lo menciona Valenti y Flores, las
ciencias sociales transita por las ciencias de las políticas para llegar a las
políticas públicas y se me hace muy interesante la forma en cómo lo enfocan,
permitiéndome acercarme a esa transición de una mejor manera.
Es de rescatarse la manera en como ambos
autores llaman a las Ciencias Sociales como “el conjunto de disciplinas que de
manera especializada estudian los fenómenos humanos, buscando su comprensión a
partir de la descripción y explicación de los hechos sociales” permitiéndonos
crear una base epistemológica de donde poder partir pues la relación que
guardan los problemas público con las ciencias sociales es tan vasto que se necesita
siempre una plataforma científica para encontrar la posible solución de dichos
problemas.
Por otra parte, nos resulta tan fundamental
el estudios de las Ciencias Sociales, puesto en palabras de Valente y Flores
“El conocimiento producido por las ciencias sociales puede ser utilizado para
tomar decisiones dirigidas a la solución de problemas relativos al bienestar de
las relaciones humanas, entendidas en el contorno social. Asimismo, (Continua
la cita) proporcionan información sobre el contexto en el que surgen los
problemas y la forma en que los determinan, así como los factores que los
explican”
Cuando las Ciencias Sociales dirigen sus
esfuerzos a los problemas del bienestar, entramos en el terreno de las ciencias
de la política (Lasswell, 1992[1951]). Avanzando un grado en la especificidad
del objeto de investigación, el estudio de las políticas públicas se concentra
en aquellos problemas humanos que, de todos los concebibles por las nombradas
originalmente ciencias de las políticas, son de interés público, así como en la
forma en la cual quienes toman las decisiones deben enfrentarse a estos
problemas y es en este momento en cuando tenemos conciencia de la importancia
de la transición de las Ciencias Sociales a las Ciencias Políticas
“Mientras las ciencias sociales tienen un
objeto omnicomprensivo, las ciencias de la política se distinguen por su
orientación hacia los problemas y, por su lado, las políticas públicas subrayan
los aspectos decisionales y con orientación hacia la publicidad del impacto de
las acciones de diversos agentes sociales.”
Las ciencias sociales sin duda nos permiten
siempre buscar las soluciones a los problemas públicos. Por ser seres humano
sociables, que interactúan unos con otros y que construyen sociedad, las
ciencias sociales se convierten en el arma poderosa de la mediación para
encontrar solución a los problemas públicos.
“Sin duda, el campo de las políticas públicas
aún tiene mucho qué decir. Generar la mayor información disponible para su
análisis contribuirá a la mejora de propuestas. Aunque cabe concluir aquí que
de igual forma que los problemas públicos plantean dilemas complejos, las
políticas públicas para las posibles soluciones deben buscar ser eficientes y
pertinentes en el ámbito social. La resolución de los problemas depende no sólo
de mejores sistemas de información, retroalimentación de los análisis y la
evaluación de los mismos, sino de la adecuada intervención de los múltiples
actores antes y durante el proceso de las políticas. Aprender haciendo (learningby
doing) constituye el paso obligado para el aprendizaje y conformación del
conocimiento de y para las políticas públicas.” (Valenti y Flores. 2009).
Ahora bien, permítanme plantear la siguiente
pregunta ¿considera que la política educativa de México cubre las
características de una política pública? ¿Por qué?
Ante la pregunta expresa, me puedo permitir
responder de manera afirmativa.
Somos un país de instituciones y eso nos ha
permitido construir una nación fuerte y en constante desarrollo. Tal vez, la
aplicación de las políticas educativas en México sea el problema, pues como lo
menciona Benjamín Revuelta Vaquero en su artículo la Implementación de
Políticas Públicas “En México, el esquema presidencialista tradicional, la
percepción del presidente y de su camarilla es definitiva para impulsar
decisiones políticas”.
Por eso, me resulta bastante interesante
plantear una respuesta a la pregunta inicial.
Hemos de partir con la idea de que “detrás de
una ley, existe una decisión política” y en nuestro país no puede ser la
excepción. “las decisiones políticas son influenciadas por los actores
políticos, por los grupos reales de poder de una sociedad y estos cambian su
correlación de fuerzas y posicionamientos a través del tiempo.”
¿Cuántas políticas educativas no se han
implementado en nuestro país? Hemos transitado desde el socialismo, el
centralismo y la derecha, y cada gobierno implementa y desarrolla sus propias
políticas educativas. La política educativa en México si cumple con las
características de una política pública, desafortunadamente la implementación
de esa política pública es la que deja mucho que desear. Tal vez porque solo es
un modelo copiado e impuesto a la sociedad mexicana.
Desde 1942, Roscoe Pound, planteaba la
“Ingeniería social a través de la ley”, misma que implica que el gobierno sea
capaz de usar su monopolio para poder propiciar un cambio en el comportamiento
social o en el contexto existente” y eso es lo que precisamente ha sucedido en
México.
Es importante comprender que las Ciencias
Sociales han trascendido a las políticas públicas y ello nos permite
replantearnos la posibilidad de encontrar otros enfoques de análisis para la
solución de problemas públicos.
Retomando a Valenti y Flores, las Ciencias
sociales han estudiado los fenómenos sociales a través de las Ciencias de la
Política, misma que estudiado los problemas sobre el bienestar de la sociedad y
ha logrado transitar a hasta las Políticas Públicas, misma que estudia los
problemas públicos, es decir de interés público, problemas de política para
desafiar a quienes tomas las decisiones.
Lo anterior, nos permitirá comprender que
nuestro país y su política educativa sí cuentan con las características de una
política pública, solo que debemos de estudiarlas más a profundidad para ir a
la par de su desarrollo y entender que es los que México necesita como nación y
como institución
Ahora bien ¿Qué cambios más relevantes se
identifican entre los periodos de 1940-1980 y 1980-2005 en materia de política
pública educativa?
Es muy interesante la información que nos
maneja Armando Alcántara del IISEU-UNAM en su artículo “25 años de política
educativa en México”, puesto que a pesar que nuestro país he caminado por el
rumbo del progreso ha existido siempre el sentimiento o sensación de
insatisfacción en el Sistema Educativo Nacional.
Armando Alcántara nos habla de 25 años de
crecimiento, de buenas intenciones pero que desgraciadamente en muchas
ocasiones no ha pasado del discurso como tal. Hablar de reformas y de políticas
educativas en México es reconocer la buena intención de los gobiernos en turno,
pero que sin duda no ha sido suficiente, pues aun existen en México gente que
no sabe leer ni escribir, que no sabe socializar y contribuir a la Nación de
manera productiva.
Se hace hincapié que las reformas educativas
han tenido una base orientadora mundial y esta ha respondido a la política
Neoliberal del país, las cuales dieron inicio a principios de los años ochentas
con el llamado ajuste estructural.
Las políticas modernizadoras, abarcan el
periodo de los siguientes presidentes: 1982-1988, Miguel de la Madrid,
1988-1994 Carlos Salinas de Gortari, 1994-2000 Ernesto Zedillo y 2000-2006
Vicente Fox.
En el periodo de Miguel de la Madrid, es
decir en la década de los ochentas, la CEPAL declaró que debido a la crisis
económica se le ha de llamar la “Década Perdida”. Sin embargo en materia de
educación, la matricula creció exponencialmente de 21, 095. 634 a 31, 085.100
alumnos.
La pregunta inicial, motivo de este ensayo,
me permite dirigir el rumbo de mi reflexión. Sin duda somos un país de
instituciones y en cada periodo presidencial se ha podido observar el avance y
desarrollo en materia educativa, sin embargo, muchas veces las reformas
educativas han correspondido a modelos externos a nuestro país, generando con
ello sin duda falsas expectativas o desilusiones profesionales, por ejemplo, el
Plan Nacional de Desarrollo de Miguel de la Madrid (82-88) tenía como
propósitos principales: A.- Promover el desarrollo integral del individuo y de
la sociedad mexicana, B.- Ampliar el acceso de todos los mexicanos a las
oportunidades educativas, culturales, deportivas y de recreación y C.- Mejorar la prestación de los servicios
en estas áreas.
Surge también la llamada “Racionalidad
Funcional”, para promover la descentralización de la vida nacional y sin ser un
componente importante de diversos proyectos modernizadores.
Me llama poderosamente la atención, la
aparición del Programa Nacional de Educación, cultura, recreación y deporte
hacia 1983-1988. Dicho programa consideraba que las causas del rezago educativo
en México eran: lo precario de los servicios educativos en zonas deprimidas, la
marginalidad económica y social, el desuso de la lectura y la escritura y la
insuficiencia, en épocas pasadas, de los servicios educativos, particularmente
los de nivel primario.
Creo que en esta época se cimentaron las
bases para aspirar a una educación diferente, aunque aun con muchas
debilidades.
Por su parte, en el gobierno de Carlos
Salinas, México firma el TLC e ingresa a la OCDE, desarrollando el programa
Nacional para la Modernización Educativa 1989-1994, el cual establecía las
orientaciones en las Políticas educativas en nuestro país:
1.- Ampliación de la cobertura y
redistribución de la oferta.
2.- Elevación de la Calidad, pertinencia y
relevancia.
3.- Integración por círculos.
4.- Mejoramiento de las condiciones docentes.
Y de estas orientaciones, surgen políticas
como el acuerdo nacional para la modernización de la educación básica, la nueva
ley general de Educación en 1993, en donde se establecía el marco legal de las
relaciones, derechos y obligaciones entre la federación y los gobiernos
estatales y municipio, así como la participación de los maestros, autoridades y
padres de familia en los llamados consejos de participación social.
Por su parte, en su tiempo de presidente
Ernesto Zedillo, quien gobierna de 1995 al año 2000 el Plan Estratégico de
Desarrollo que hacía posible asumir modos de vidas superiores y permitía el
aprovechamiento de las oportunidades que han abierto la ciencia, la tecnología
y la cultura de nuestra época.
Se considera por fin al maestro como el
agente esencial en la dinámica de la calidad. Se establecía como prioridades la
formación, la actualización y la revalorización social del magisterio en todo
el sistema educativo.
Con Vicente Fox, en cambio se fortalecen las
políticas educativa, tales como: compensación económica, la expansión de la
cobertura, la diversificación d e la oferta, el fortalecimiento de la atención
a los problemas indígenas, la política de educación intercultural,
transformación de la gestión escolar, el fortalecimiento de contenidos
educativos y producción de materiales impresos. Fomento de uso de la tecnología
de la información y la comunicación, el fomento a la investigación e innovación
educativa, formación inicial, continua y desarrollo profesional de los
maestros.
Sin duda han sido años de
progreso constante y considero que si se ha demostrado que nuestro país ha
buscado el camino del perfeccionamiento educativo.
No ha sido fácil pero si muy
significativo. Cada gobierno le ha impreso su sello característico al sistema
educativo y eso le ha dado identidad y forma a la cultura mexicana.
Creo que han sido más
aciertos que errores, aunque otros opinen lo contrario. México ha transitado de
la marginalidad a la modernidad y ha sido gracias a las distintas reformas que
se han permitido a nuestro país encontrar su rumbo.
No hemos alcanzado tal vez
la excelencia educativa, pero sin duda estamos en el camino indicado para
lograr nuestras metas.
Hoy día, las
certificaciones, los diplomados, las maestrías y todas las formas de
actualización docente son fundamentales para continuar en el desarrollo de la
identidad nacional a través de la educación y solo teniendo la voluntad
lograremos en verdad el cambio esperado por nuestra comunidad académica y
social.
Y quiero terminar este
trabajo, respondiendo a algunas preguntas básicas para entender el juego del
sistema político internacional en materia educativa y como afecta el desarrollo
de nuestro país en esta materia.
¿Consideras
que los organismos internacionales coadyuvan en sentido positivo a la atención
de los problemas educativo? ¿Por qué?
Originalmente
consideraba que los organismo internacionales solamente marcaban las políticas
mundiales de acuerdo a sus necesidades…no ha cambiado mucho mi manera de pensar
pero ahora tengo más argumentos para poder emitir una opinión.
Analizando el documento de Margarita Noriega
Chávez titulado “Sistema educativo mexicano y organismos internacionales: Banco
Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo y Organización para la Cooperación
y Desarrollo Económico” he podido conocer de cerca los planteamiento que estos
organismos declaran para (desde su propia perspectiva) generar el desarrollo de
sus países miembros.
Me llamo mucho la atención lo que Noriega
Chávez afirma: “Según la lógica de que
las políticas gubernamentales deben dar prioridad y ofrecer servicios sólo a
los sectores de población que más lo necesitan, por razones de justicia social,
y en la medida que se canalizan los apoyos hacia los más pobres de entre los
pobres, habría una mayor redistribución de la riqueza y los bienes, y se
generarían procesos para romper los círculos de la pobreza. Pero las
transformaciones en el sistema educativo no atienden la justicia con equidad,
pues al “focalizar” quedan excluidos grandes segmentos de población a los que
las políticas públicas estarían obligadas a atender de pensar en ese principio.
Más bien las transformaciones educativas han sido orientadas de acuerdo con las
concepciones neoliberales del modelo económico hegemónico que se impusieron con
la globalización”.
Y ante la pregunta
inicial, mi respuesta es sí, porque contribuyen con muchos proyectos positivos
en el desarrollo educativo del país. Probablemente ha faltado la
sensibilización suficiente para que los mexicanos logremos entender la eficacia
del sistema educativo mexicano. Muchas veces, antes de conocer una reforma o la
aplicación de una política pública educativa ya la estamos condenando y
resistiéndonos al cambio. Pero a pesar de lo anterior, considero que si
coadyuvan en sentido positivo a la atención de los problemas educativos.
Prueba de ello,
es, sencillamente que hoy día aplicamos la educación basada en competencias
atendiendo a los requerimientos de los organismos internacionales que buscan
evaluarnos a toda costa a través de la prueba ENLACE.
¿Consideras que las recomendaciones de la UNESCO
son retomadas por el gobierno mexicano? ¿Por qué?
De entrada, considero que si se
toman en cuenta por parte del gobierno las recomendaciones de la UNESCO sobre
todo en materia educativa.
México siendo una
Nación de economía emergente necesita del apoyo de los organismos
internacionales, de preferencia de carácter económico para fincar en ellos sus
líneas de desarrollo.
Resulta por demás
interesante conocer la serie de apoyos financieros, de asesorías, de
directrices política que recibe el gobierno de México que luego se transforman
en auténticos elefantes blancos.
En esta ocasión, he
tenido la oportunidad de leer un texto muy importante sobre las “Conferencias
Regionales de la UNESCO, mismo que, aunque resulta ser un documento de análisis
muy amplio, nos da pie a que saquemos nuestras propias conclusiones.
He leído que la
Conferencia Mundial se proponía identificar algunos principios fundamentales
que, a escala mundial, pudieran servir de base para promover profundas reformas
de los sistemas de educación superior y subrayar su contribución a la
construcción de una cultura de paz, basada en un desarrollo con equidad,
justicia, respeto a los derechos humanos, solidaridad y democracia, todo lo
cual demandaba instituciones de educación superior dotadas de autonomía
responsable y libertad académica.
México, como país
asociado, ha asumido el compromiso de acatar o seguir las recomendaciones de la
UNESCO en materia educativa, ya que dependiendo del cumplimiento de los
requisitos por parte de nuestro País, le permite accesar a diferentes programas
financieros, de los cuales, de no cumplir las recomendaciones emitidas por los
organismos internacionales, México no tendría acceso niveles.
Quiero terminar mi
reflexión con las mismas palabras del autor: “La educación superior debe
aumentar y mejorar sus programas para la formación de maestros y profesores
para los niveles educativos precedentes, ya que de esto depende, en buena
parte, que se cumpla la meta de la Educación para Todos.
Las instituciones de
educación superior deben invertir en proveer a sus docentes oportunidades para
desempeñar nuevos roles en los procesos de enseñanza aprendizaje. La formación
que ofrecen las instituciones de educación” Y para ello, todos debemos de
colaborar con nuestro granito de arena.
¿Cuáles son los elementos divergentes en los sistemas
educativos analizados?
¿Qué es lo que determina tales divergencias entre los
países analizados?
Analizando la situación educativa de
los cuatro países latinoamericanos tales como Colombia, Ecuador, Brasil y
Bolivia he podido conocer la diversidad cultural con que nuestro continente se
desenvuelve.
Sin duda, los
elementos divergentes en los sistemas educativos de estos cuatro países pues se
pueden englobar en la falta de un gobierno eficaz que promueva la aplicación de
las políticas educativas mundiales para convertir a sus países en economías
emergentes.
Existe una gran
discriminación tanto económica como cultural que imposibilita aplicar al cien
por ciento las políticas públicas. Se necesita, no nada más un gobierno eficaz,
sino de una sociedad eficaz que pueda exigir educación de calidad.
La marginalidad y la
pobreza juegan también un papel importante en los obstáculos contra los
sistemas educativos.
La violencia, la
corrupción, los problemas sociales, retrasan el desarrollo y progreso de los
sistemas educativos nacionales. América latina siempre ha estado dividida
ideológicamente y eso imposibilita un desarrollo conjunto de todo el continente
americano.
Mientras unos están
dispuestos a pagar el precio por los efectos de la globalización, otros en
cambio se refugian en sus pasados gloriosos no dando paso al progreso
educativo.
Son muchos en verdad
los puntos en divergencia con los países latinoamericanos, pero no deben ser
motivo suficiente para detenernos. Creemos en una América para todos y nosotros
como país debemos de contribuir al desarrollo de nuestros países hermanos de
Latinoamérica.
Que la educación de
calidad sea un factor de unidad de los pueblos americanos y que nuestros
gobiernos sepan guiarnos por el camino del progreso y la prosperidad.
BIBLIOGRAFIA:
CIENCIAS SOCIALES Y
POLÍTICAS PÚBLICAS
Giovanna Valenti Nigrini y Ulises Flores Llanos.
Revista Mexicana de Sociología, vol. 71, diciembre, 2009,
pp. 167-191
Universidad Nacional Autónoma de México
México, México
LA IMPLEMENTACIÓN
DE POLÍTICAS PÚBLICAS”
Revuelta Vaquero, Benjamín.
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Universidad de la Sabana. Chía, Colombia.
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Latapí, Pablo. “La política educativa del Estado
mexicano desde 1992.”
Revista Electrónica de Investigación Educativa Vol.
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